Es realmente interesante conocer el significado de la palabra "preocupación". La preocupación es un estado mental y emocional caracterizado por sentir ansiedad, inquietud o intranquilidad debido a la anticipación de posibles problemas, peligros o situaciones adversas en el futuro. Es un sentimiento común que experimentamos cuando nos sentimos amenazados o enfrentamos incertidumbre acerca de eventos futuros.
Muchas veces, la preocupación toca nuestra puerta por diversas razones, como la anticipación de problemas financieros, de salud, relaciones interpersonales conflictivas, eventos estresantes o cambios importantes en la vida.
Pero aquí viene una buena noticia: en lugar de preocuparte puedes encontrar la paz de Dios, que te brindará reposo en tu alma, cuerpo y espíritu, incluso en medio de la incertidumbre.
¿Y cómo lograr esto?
En Filipenses 4:6-8, dice:
"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la Paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad."
A Dios le gusta que le pidamos; él sabe nuestras necesidades, pero tenemos que darle el derecho de intervenir en nuestras vidas, ya que respeta nuestras decisiones. Entonces, pidámosle con fe lo que necesitamos ser suplidos para no caer en la ansiedad y preocupación.
La Palabra de Dios ofrece muchas promesas de su paz para nosotros:
“La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe tu corazón, ni tengas miedo.” (Juan 14:27)
"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado." (Isaías 26:3)
La paz del Señor es completa y tenemos acceso a ella. Persevera en la oración y medita en la Palabra de Dios y tu confianza crecerá, de tal manera que dejaras de lado la preocupación y sabrás descansar en Él.
Oremos:
Mi Dios y Príncipe de paz, recibo hoy tu paz, mi Señor. Decido hoy creer en tu Palabra y en lo que dices de mí. Hermoso Espíritu Santo revelame la palabra de Dios para estar llena de confianza, amor, gozo y paz en mi corazón, alma y espíritu, en el poder de tu nombre, Jesús. Amén."